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Siguen en alza las ventas de todos los combustibles

El julio el valor de las naftas aumento 7%, pero el consumo subió 9%. Se incrementa la participación de las “premium”

Los aumentos de precios pueden provocar una caída en el consumo, en especial si se parte de importes que ya son elevados. Sin embargo, el último incremento en los valores de las naftas -de 7% en julio- generó una reacción distinta: hubo mayor consumo de combustibles -naftas y gasoil-. Con una particularidad, las variedades “premium” son las que registran crecimientos más importantes.

El despacho de nafta “premium” representó casi un tercio de las ventas de julio, lo que constituye un récord de participación sobre el total de las transacciones.

Las variedades más caras -las “premium”- capturaron un 31,8% del mercado, una mejora con respecto al 30,6% que habían registrado en el mismo mes de 2016.

 

Siguen en alza las ventas de todos los combustibles

El consumo de naftas trepó un 9% en julio en relación al mismo mes del año pasado. Esa tendencia alcista se manifestó todo el año, con un “techo” en junio (10,2% arriba de 2016) y un “piso” (1,7%) en febrero.

El crecimiento en combustible “súper” es menor, y en “premium” las alzas son más pronunciadas: suba de 22,7% interanual en julio, después de un 25% en junio y un 32% en mayo.

El gasoil también muestra cifras que superan a las del año pasado. Ese combustible atravesó un incremento de precios menor que en las naftas, ya que se encareció en un promedio de 5,9%. El consumo de julio repuntó un 9,3%.

De vuelta, la variedad “premium” es la estrella. En julio, mejoró un 36%, pero venía de alzas similares en junio (35,7%) y mayo (34,8%).

En el verano, el despacho de ese combustible mejoraba entre 16% y 18%. Pero los meses de invierno duplicaron esos porcentajes.

En el mercado creen que estos indicadores hablan de un segmento que asimila las subas mejor de lo que parece. “El consumidor podría reemplazar la premium por la súper que es más barata en Buenos Aires, pero está eligiendo pagar un adicional por mayor calidad”, analiza un consultor.

El Gobierno estima que el año próximo habrá “precios libres” en los combustibles. Las petroleras establecerán los importes que les parezcan convenientes. Se prescindiría de un acuerdo de la industria, los gobernadores y el Poder Ejecutivo, que establecía un precio “sostén”.

Ese mecanismo se gestó para preservar el empleo en el sector, pero limitó la capacidad de las compañías para modificar los precios, ya que estaban obligadas a comprar su principal insumo -el crudo- a los costos de la industria local.

El país hubiera tenido precios más bajos de combustibles desde 2014 si los importes locales reflejaran el valor internacional del petróleo crudo.

Sin embargo, hoy el barril de petróleo (variedad Brent) se ubica en US$ 55, mientras que los actuales costos domésticos del barril “criollo” son inferiores, por debajo de los US$ 50. Si se aplicará la “paridad de importación”, los surtidores locales deberían remarcar, según especialistas.

El próximo aumento de los combustibles estaba previsto para octubre, pero el Gobierno habló con las petroleras para que lo posterguen un mes y que se aplique desde noviembre.

Por Martín Bidegaray
Clarín